¿Qué es la tuberculosis?
La tuberculosis es una enfermedad infecciosa que afecta, en su mayor parte, a los pulmones pero, también puede causar daños en los riñones, columna vertebral y/o cerebro.
Esta infección es causada por una bacteria llamada Mycobacterium tuberculosis, hay ocasiones en los que el paciente posee la bacteria pero no presenta síntomas, se llama tuberculosis latente que puede volverse activa en cualquier circunstancia, esta enfermedad puede ser mortal si no se trata a tiempo.
Lo importante es poder reconocer la enfermedad los más rápido posible para evitar complicaciones.
Es un motivo de preocupación para los científicos y médicos aún en los países desarrollados, debido al brote de VIH en los últimos años, la falta de anticuerpos elimina la resistencia del cuerpo para superar las partículas de la bacteria y produce un nuevo brote infeccioso de la enfermedad que debe considerarse.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas de esta infección cuando se desarrolla en el cuerpo son:
- Tos extendida por más de tres semanas
- Expectoración con sangre y/o moco.
- Fatiga, cansancio y debilidad.
- Sudoraciones nocturnas.
- Fiebre.
- Pérdida del apetito y de peso.
- Escalofríos.
Tal como lo mencionamos antes hay dos tipos de contagio de la bacteria, el latente o inactivo y el activo.
Cuando la enfermedad esta inactiva significa que la bacteria esta en el cuerpo pero, gracias al sistema inmunológico del cuerpo, no causa daños, no presenta síntomas y no es contagiosa.
Sin embargo se recomienda al paciente realizarse chequeos periódicos para actuar cuando se active.
Cabe destacar que, cuando la bacteria afecta a otras partes del cuerpo, como los riñones o columna vertebral los síntomas cambian, en el caso de los riñones se puede ver sangre en la orina.
¿Cómo se transmite esta bacteria?
El contagio se produce por medio de partículas microscópicas de la bacteria que se suspenden en el aire después que una persona infectada y no tratada habla, tose o estornuda. Se necesita de una amplia exposición a la bacteria para contraerla, es poco común que una persona desconocida contagie a otra con una sola exposición.
¿Qué pruebas para determinar el contagio existen?
En la actualidad, gracias a los avances científicos conseguimos tres tipos de pruebas que ayudan a diagnosticar esta enfermedad.

- Prueba cutánea:
Es un examen que se realiza sobre la piel y puede identificar la presencia de la bacteria en el cuerpo sin la potestad de determinar su estado activo o inactivo.
- Prueba en sangre:
Se observa una muestra de sangre que puede determinar la presencia de la bacteria en el cuerpo.
- Prueba molecular de esputo (GeneXpert):
Se trata de una aparato individual que examina la muestra de expectoración del paciente con unas enzimas que identifican el virus.
¿Cuándo debo realizarme alguna de estás pruebas?
Realizar estos exámenes es necesario cuando se está rodeado de factores de alto riesgo como:
- Estar en contacto con personas con la infección activa.
- Trabajar en lugares de alta exposición, hospitales, cárceles, etc.
- Vivir o haber viajado a países de alto riesgo.
- Padecer de VIH.
- Sentir los síntomas de la enfermedad.
Bajo cualquiera de esas circunstancias o tan solo por la necesidad legal de la constancia para algún trabajo puedes realizarle las pruebas sin inconvenientes.
¿Cómo interpreto los resultados de la prueba en sangre?
Si el resultado es negativo, significa que no te has infectado de la bacteria. Mientras que, cuando el resultado es positivo se refiere a que en tu cuerpo hay partículas de la bacteria lo que puede significar que está activa o inactiva. Tu doctor hará otras pruebas pertinentes para brindarte un tratamiento acertado tanto para la infección activa como inactiva.

¿Cómo interpreto los resultados de la prueba GeneXpert?
Los resultados de la prueba GeneXpert son más precisos, ya que puede advertir de la presencia de la bacteria aún en su etapa más temprana. Esto quiere decir que un resultado negativo es más confiable para el paciente, al mismo tiempo, con el resultado positivo es necesario evidenciar si el estado es activo o inactivo.
¿Cómo me preparo para estos exámenes?
No necesitas una preparación previa. Son exámenes que requieren muestras que se extraen con facilidad, no presentan riesgos ni efectos secundarios a los pacientes.